El proyecto planteaba el desafío de incluir dos preexistencias que datan de fines del Siglo XIX: Una casona antigua a rehabilitar y dos palmeras de más de 12 metros de alto.
Inspirados en la idea de basamento, desarrollo y remate que se desprende del análisis de la casa existente, la propuesta de una gran cubierta que oficie de remate nos permitió cobijar la vieja arquitectura con la nueva, dándoles una misma condición espacial.
El diseño de la cubierta remite al tejido residencial típico de la zona dominado por las casas inglesas de techos con fuerte pendiente. Se resolvió a partir de cabreadas metálicas de quince metros de largo que permiten la máxima flexibilidad de uso de la planta liberándola de apoyos intermedios.
La restauración de la delicada fachada antigua implico desnudar el muro, despojarlo de sus revoques para hacer evidente su construcción y exponer la historia. A un lado de la antigua fachada, se generó una plaza de acceso con las dos palmeras existentes , en relación a la vía pública. Mientras que al otro lado, se ubico el salón de uso de la heladería.
